strawberry cheesecake cupcakes

Una receta con fresas antes de que se acabe la temporada de las fresas. Eso y que me he dado cuenta de que llevo un mes y pico sin recetear nada. Así que hoy le voy a poner remedio pero bien. Los elegidos son unos cupcakes de tarta de queso con fresas, o lo que es lo mismo, unos strawberry cheesecake cupcakes. Creo que no hace falta que os diga lo ricos, digo riquísimos, que están. Tanto que creo que en breve volveré a hacerlos.

La receta original es, cómo no, de The Hummingbird Bakery Cookbook (yo la he modificado un poco). Voy a tener que dejar de sacar recetas de este libro o acabarán denunciándome por plagio. Pero es que casi todo lo que he probado ha salido tannnnn rico que... ¡que no es mi culpa!

Bueno, vamos al lío.

strawberry cheesecake cupcakes (o cupcakes de tarta de queso con fresas)

Ingredientes:
120 g de harina 00
100 g de azúcar
1'5 cucharaditas de levadura en polvo
una pizca de sal
40 g de mantequilla
120 g de leche entera
0,5 cucharaditas de extracto de vainilla
1 huevo
12 fresas hermosas troceadas

Para el frosting de queso:
entre 150 y 300 g de azúcar glas*
50 g de mantequilla a temperatura ambiente
125 g de queso de untar

2 ó 3 galletas tipo Digestive

Precalentar el horno a 170º C.
Poner la harina, azúcar, levadura, sal y mantequilla en un recipiente y batir con la batidora de varillas hasta que esté todo bien mezclado y el compuesto tenga una consistencia arenosa.
Añadir la leche y el extracto de vainilla y batir hasta que los ingredientes estén bien mezclados. Añadir también el huevo y batir durante unos minutos hasta que se haya incorporado completamente.
Distribuir las fresas troceadas en los moldes de papel y sobre éstas la mezcla que acabamos de preparar. Meter en el horno y cocer durante 20-25 minutos o hasta que la superficie de los cupcakes esté dorada y resulte firme al tacto.
Dejar enfriar sobre una rejilla.

Mientras preparamos el frosting de queso. En un recipiente (preferiblemente alto) batir la mantequilla hasta que esté blanda. Añadir el queso y batir nuevamente. Por último añadir el azúcar glas y batir hasta obener una mezcla homogénea de consistencia suave y ligera. Reservar en el frigorífico hasta que se endurezca un poco.
Triturar las galletas.

Cuando los cupcakes estén completamente fríos los decoramos con el frosting de queso y espolvoreamos por encima con las galletas trituradas.

Notas:
(*) En la receta original se usan 300 g de azúcar glas para hacer el frosting. Para mi gusto, con 150 g está suficientemente dulce, así que la cantidad de azúcar la dejo a vuestra elección. Lo único que tenéis que tener en cuenta es que cuanto menos azúcar pongáis, más blandito resultará el frosting.

¡Que los disfrutéis!

 

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