23 mar 2009

the real carbonara

En España la pasta se considera, entre otras cosas, una comida típica de estudiantes, porque es económica y fácil de preparar, y también porque gusta a casi todo el mundo. Quizás por eso el número de restaurantes italianos que pueblan nuestra geografía es casi comparable al de supermercados. Parece que cualquiera con un mínimo de saber hacer puede abrir uno, porque ¿quién no sabe preparar unos macarrones? Y el éxito está casi asegurado, porque ¿a quién no le gustan los macarrones?
Después de haber vivido en Italia, para mí las cosas han cambiado. Como ex asidua de este tipo de restaurantes y ex devota de la comida pseudoitaliana, he pensado compartir con vosotros algunas cosillas que he aprendido. Y es que con la pasta me ha pasado como con los helados (aunque esto último será objeto de un post aparte), ya no acepto imitaciones.
Hay muchas formas de saber si un restaurante italiano es, de verdad, italiano. Por ejemplo, unos spaghetti cocidos con tomate frito solís por encima, ya da qué pensar, aunque en eso seguro que ha caído más gente. Otro detalle, conocido por muchos menos, es que la carbonara (sí, esa con huevo) no lleva nata. Aaaahhhh, ¿que esto no lo sabíais? ¡Pues es que yo tampoco lo sabía! De hecho no lo supe hasta que llevaba unos 8 ó 9 meses viviendo en este país. Tuvo que ser un compañero de piso (suizo para más inri) el que, estupefacto ante mi spanish version de este conocido plato, me sacara de mi error. Y efectivamente, después de investigar un poco, de fijarme en los restaurantes y libros de cocina, y de presenciar su preparación en vivo y en directo, aprendí a cocinar the real carbonara.

La pasta a la carbonara es un plato típico romano, aunque mundialmente conocido. El tipo de pasta que mejor le va son los spaghetti o, por lo menos, pasta larga. La receta original es bastante calórica gracias al guanciale (una especie de tocino entreverado que se saca de la carrillera del cerdo) y el aceite en el que se fríe. Yo la he adaptado un poco sustituyendo el guanciale por panceta y prescindiendo del aceite para freír la misma.

Spaghetti alla carbonara

Ingredientes (por persona):

800-100 g de spaghetti
1 huevo
un poco de panceta troceada
un puñado de pecorino (rallado en polvo)
sal y pimienta

Ponemos una olla con agua a hervir. En una sartén con fondo antiadherente, echamos la panceta troceada y la ponemos a fuego medio-suave. La grasa de la propia panceta nos permite prescindir del aceite.
En un bol batimos el huevo y añadimos un puñado de pecorino, pimienta negra y, si es necesario, sal. Cuando el agua esté hirviendo echamos un puñadito de sal gorda y, acto seguido, los spaghetti. El tiempo de cocción depende de cada tipo de pasta, yo simplemente saco uno de la olla y lo pruebo.
Cuando la panceta esté bien hecha, la echamos en el bol con la mezcla de huevo y removemos. Sacamos los spaghetti de la olla y los añadimos también al bol. Mezclamos todo bien, de manera que con el calor de la pasta recién sacada del fuego y de la panceta, el huevo se vuelva cremoso sin llegar a cuajarse. Si queremos, espolvoreamos con un poco más de pecorino y servimos.

Nota 1: la pasta se pasa de la olla a un escurridor, y de ahí directamente se junta con los demás ingredientes, no se pasa por agua fría
Nota 2: este plato no vale para hacerlo con antelación, se debe servir inmediatamente, cuando aún esté caliente
Nota 3: si no tenemos pecorino, podemos usar parmesano en polvo

Buon apetito!

3 comentarios:

  1. ohhhhhhhh, me has dejado estupefacta, tomo nota de tu receta!!!!

    B*

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  2. Qué bueno!
    Nunca he entendido bien la diferencia entre la panceta y el bacon.

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  3. Espero que os guste!
    Yo creo que son lo mismo. Bacon es en la palabra inglesa y panceta es en español. Digo yo vamos, que tampoco es que esté muy puesta en esto.

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